Las enfermedades prostáticas, principalmente el cáncer de próstata, son las que más se están beneficiando de la cirugía robótica. El robot Da Vinci permite resecar o extirpar parcial o totalmente la próstata afectada sin dañar los nervios y el tejido sano que rodea el tumor. Esta precisión y seguridad tienen un gran impacto en el postoperatorio: el tiempo de recuperación es más corto, las cicatrices y el dolor es menor, la pérdida de sangre y la necesidad de transfusiones disminuyen, y también son menos frecuentes las infecciones.