Lo esperado es una recuperación de dos semanas, alcanzar el control oncológico (bordes negativos), recuperar la continencia de forma inmediata o máximo en un tiempo no mayor a tres meses y, hasta en el 50-60% de los pacientes, recobrar la función eréctil en el primer año de la cirugía
La gran ventaja comparada con la cirugía abierta es que hay una disminución significativa de las posibilidades de sangrado y transfusión, menos lesiones de vísceras abdominales, mejor recuperación de la continencia y potencia sexual, así como la reintegración del paciente a su vida normal en muy poco tiempo.